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DOSSIER
fue ascendida al rango de ciudad in-
dustrial; y hasta tu nombramiento
como cronista ofi cial el 15 de noviem-
bre de 1955, el cargo permaneció va-
cante. Desde entonces, y durante más
de medio siglo, tu labor como cronis-
ta ofi cial ha quedado patente en un
extenso elenco de publicaciones, tan-
to artículos como libros, algunos de
ellos de obligada e indispensable con-
sulta para aquellos que demostramos
nuestro amor a Elda investigando,
publicando, difundiendo o leyendo…
No te los voy a mencionar, pues como
comprenderás huelga recordárselos
a quien los ha pensado, meditado,
elaborado y publicado. Pero sí he de
decirte que cada día soy más cons-
ciente de lo afortunados que somos Cada vez que los cronistas nos te, afortunadamente abundan los
los eldenses de haberte tenido como reunimos en foros bien comarcales o investigadores que con titulaciones
cronista y de que nos hayas regalado bien nacionales siempre planea cuál universitarias, incluso superiores a
tal caudal de información. ha de ser la función del cronista en la de muchos cronistas, se dedican
Como cronista actual no sé si sa- el siglo XXI. A diferencia de tu época, a escudriñar los archivos para sus
bré o podré estar a tu altura y dejar a hoy en día se trata de un colectivo he- trabajos fi nales de máster, tesis doc-
la posteridad legado historiográfi co terogéneo en lo profesional, en el que torales o trabajos de investigación y
semejante al tuyo. Eso solo el tiempo el segmento de edad es enormemente publicaciones. Como ves los archivos
lo dirá. Por mí no va a quedar. Aun- amplio. Todo ello deriva en que haya municipales o parroquiales de nues-
que, también te he de confesar que, colegas que se mantienen aferrados al tros pueblos ya no son coto privado
hoy en día, mi mayor preocupación modelo del erudito encerrado en ar- de los cronistas. Afortunadamente,
es darle contenido al cargo de cro- chivos entre legajos y papeles; otros hace muchos años que dejamos de
nista, al tiempo que proporcionarle que se han centrado más en la “cróni- ser los únicos en saber descifrar pa-
visibilidad social, para así prestigiar ca social” de sus pueblos; y, otros, los labrejas en latín, castellano antiguo
un cargo que a priori pudiera parecer menos de los menos, entre los que me o valenciano.
anacrónico. encuentro, que somos conscientes de
que, en la sociedad actual, el papel del
cronista ofi cial está en juego y que de-
bemos apostar por situar al cronista
en un nuevo tiempo, con una nueva
función, una nueva estrategia y unos
objetivos diferentes. Pues no solo
basta con mudar la piel y rejuvenecer
al colectivo, sino que hay que refun-
dar, desde la misma concepción del
cronista ofi cial, el cargo y su papel en
nuestra sociedad.
Muchos son los profesionales de
la historia o la archivística u otras
disciplinas humanísticas que, for-
mados académicamente, trabajan en
la administración municipal. Ellos
son los custodios y garantes de la
Portada de su primera publicación: conservación de archivos y series
Bibliografía de Elda documentales generadas. Por su par- Portada del semanario Valle de Elda
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