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alborada
nuestro papel o la función que debe-
mos desempeñar, mas allá de ser una
fi gura meramente protocolaria? Inte-
rrogantes que me asediaban e incluso
angustiaban, pero que conforme pasa
el tiempo y “vamos haciendo camino”
(y digo vamos, pues en muchas mas
ocasiones de lo que te imaginas voy
de tu mano y en otras sigo religiosa-
mente tus pasos) se van disipando,
permitiéndome afi anzar un nuevo
camino a recorrer.
Pero camino en el que, gracias a tu
trabajo previo, me siento seguro, pues
a pesar de las vacilaciones ocasionales
en temas de novedosa investigación,
te he de reconocer que, sin lugar a Alberto Navarro con su familia
duda, la Estrella Polar de la historia
de nuestro pueblo la estableciste tú. la documentación histórica más an- ejerció como cronista ofi cial, poco o
Todos los que hemos llegado después tigua conservada en nuestro Archivo casi nada pudo hacer como tal. Su
hemos añadido, hemos sumado o he- Municipal (del siglo XIV al siglo XVI). nombramiento por un equipo de go-
mos subsanado elementos a la luz de Como muy bien documentaste, bierno liberal (26 de septiembre de
nuevos datos, nuevos documentos y tras su fallecimiento, tuvieron que 1902) y, sobre todo, su crítica labor
de nuevas formas de hacer historia. pasar varios años, y ya en el albor del periodística al frente del periódico
Permíteme por tanto que arran- siglo XX, el ayuntamiento eldense eldense El Vinalopó motivó su des-
que mi disquisición, a modo de en- estableció y reconoció la fi gura del titución el 24 de abril de 1904, por
sayo, con una retrospectiva que nos cronista ofi cial de la villa de Elda en una corporación municipal de corte
permita coger distancia para valorar la persona de Miguel Tato y Amat, conservador.
en su justa medida, el punto de par- quien con una vertiente más con- Desde aquel año de grandes fastos
tida y el punto de llegada de mi tra- temporánea, y quizás, por defecto y efemérides en el que se conmemoró
yectoria como cronista ofi cial. profesional, dado que era periodista, el III Centenario de la llegada de las
Lejos quedan los tiempos en los orientó su labor más a la divulga- imágenes de la Virgen de la Salud y
que el primer cronista “no ofi cial” de ción que a la investigación. Miguel el Cristo del Buen Suceso, así como el
Elda, el insustituible Lamberto Amat Tato, a pesar del escaso tiempo que año en el que la villa agrícola de Elda
y Sempere (al que por cierto, algún
día deberíamos reconocerle a título
póstumo su condición de cronista
ofi cial de la villa), compilara entre
1871 y 1874, una pequeña parte del
saber eldense del momento. Siguien-
do modelos decimonónicos al uso, y
haciendo gala de la más pura tradi-
ción cronística española que hunde
sus raíces en los siglos XIV y XV de
nuestra historia, Lamberto Amat re-
cogió en su magnífi ca obra Elda. Su
antigüedad, su historia una ingente
cantidad de información histórica,
económica, agrícola, etc. que gracias
a su paciente labor conocemos, pues
bien sabes que por mor de los avata-
res de la historia municipal perdimos Alberto Navarro y sus amigos durante una Alberto Navarro en una jornada de
todos los pergaminos medievales y excursión por el Vinalopó pintura, una de sus grandes pasiones
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