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alborada
José Albert Graciá:
El eterno galán
Concha Maestre Martí
Creció en plena posguerra, ali- ací en 1931 y aunque mi “Me trataban bien pero aquello no
mentando sueños entre las bu- madre dio a luz en Monó- era lo mío, yo quería ser actor”.
tacas del teatro Castelar, con- var, aquí me trajeron de Albert comenzó con 15 ó 16 años
pañales. Soy eldenese”. -una vida plagada de recuerdos han
templando sobre el proscenio a Su afi ción por el teatro se hecho que olvide la edad exacta- con
los más grandes. Ha pisado los “Ndespertó de forma tem- el cuadro artístico de Jaime Verdú.
mejores y más diversos escena- prana por una circunstancia especial. Después llegaría un teatro portátil.
“Teníamos mucha amistad con los “Me acerqué a ellos, por eso de la afi -
rios de España, se ha rodeado de conserjes del Teatro Castelar y no me ción y al fi nal me fui con ellos, de-
fi guras y compartido cartel con perdía ni una función. Vi actuar a to- jándome la fábrica. Al mes de estar
lo más prestigiado de la escena das las grandes fi guras de la época”. trabajando en Alicante vino la com-
De niño comenzó a trabajar en una pañía de Valeriano León al Princi-
nacional. Su porte le encasilló en fábrica haciendo recados, pasando pal. Una tarde se acercaron, imagino
papeles de galán y la necesidad luego a un comercio en la plaza del que por curiosidad, a ver la función
le arrebató el privilegio de poder ayuntamiento (La Chiqueta) y más del Wagner. Me vieron, les gusté y
tarde a la fábrica de Ochoa y Sapena. me contrataron”.
ser siempre primera fi gura.
José Albert Graciá puede pre-
sumir de ser, quizás, uno de los
actores españoles con más es-
trenos a sus espaldas. Teatro,
radio, televisión, publicidad y
seis décadas sobre las tablas,
junto a una inmensa maleta car-
gada de recuerdos, le otorgan
categoría y dignidad de decano
en la escena.
Hoy su voz melódica y acompa- Foto: Jesús Cruces
sada delata su ofi cio. El eterno
galán hace balance.
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