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MISCELÁNEA Y COSTUMBRISMO


              ción de Partidas anterior, en 1870,
              no fi gura, luego podría deducirse
              que fue en este intervalo de tiempo
              entre 1870 y 1900 cuando se edifi -
              có. Sin embargo, en 1690 se docu-
              menta una “Caldera de los Frailes”
              cuya situación no he podido ubicar.
              Bien podría ser que –siguiendo los
              primeros pasos eremitas de San Be-
              nito- algunos frailes del convento
              usaran como retiro una cueva situa-
              da, precisamente, en el paraje de-
              nominado “Caldera de los Frailes” y
              más adelante “El Santo Negro”.
                 Para la localización geográfi ca de   Cuerpo Incorrupto de San Benito de Palermo
              la “Casa Labor Santo Negro” o mejor
              dicho, de sus restos, ha sido crucial la   vivir allí nuestro interlocutor, habi-  ner más datos. ¿Era la imagen de San
              información recibida del Dr. D. José   taba en una casita cerca del actual   Benito de Palermo, el Santo Negro,
              Jover, médico eldense residente en   Tanatorio. De esa época recuerda ir   de la iglesia conventual? Pasado un
              Valencia y tan ligado a las tradicio-  a la casa del Santo Negro, que ya es-  tiempo, Juan compró el terreno ane-
              nes moneras como que su padre era   taba muy deteriorada, pero acertó a   jo a las ruinas, donde edifi có su casa
              el dueño y anfi trión de “La Tía Ger-  ver, en la planta rasera al camino, en   actual, conocida en el entorno como
              vasia” punto de reunión el tercer día   la misma entrada, un pequeño arco   “la casa de Juan” o “casa del pino”.
              de Pascua. Sobre una ortofoto aérea   de medio punto, poco profundo, con   Con el tiempo, el estado de los res-
              del Ministerio de Agricultura a escala   un pedestal sobre el cual se encontra-  tos de la casa-cueva empeoró, siendo
              1:1500, me señaló la situación exac-  baba un pequeño santo negro... Otro   un peligro para quien transitara por
              ta. Lo siguiente fue investigar sobre   testimonio de una señora alicantina   allí, incluso cedió el terreno y agrie-
              el terreno. A unos trescientos metros   que vino a Elda a pasar los años de   tó parte de su casa, así que solicitó
              de la Avda. Condes de Elda, a la altu-  la guerra civil, viviendo en una casi-  su demolición al Ayuntamiento que,
              ra de la gasolinera, se encuentra una   ta de este paraje, da fe de la existen-  tras buscar inútilmente a los pro-
              bonita casa de campo. Acompañado    cia en la casa-cueva de una pequeña   pietarios, hizo pública su búsqueda.
              de mi mujer llamamos a la puerta    imagen de un santo negro a quien    Tras un segundo edicto, también in-
              asegurando que no vendíamos nada    disfrazaron de indio para salvarlo de   fructuoso, se hizo cargo de la tarea,
              ni éramos “testigos” de nada... Los   la persecución religiosa de aquella   derribando las peligrosas ruinas en
              dueños de la casa nos franquearon   época... De esta señora, que tiene 95   las que todavía podían verse algunos
              la entrada amablemente y una vez    años y buena memoria, espero obte-  enseres de cerámica. Al hundir la edi-
              hechas  las  preguntas  oportunas,
              nos confi rmaron la información del
              Dr. Jover: justo al lado de su fi nca,
              se levantaba la casa del Santo Ne-
              gro. Juan y Mari Carmen, que así
              se llaman los propietarios, nos die-
              ron toda clase de detalles: había dos
              grandes pinos piñoneros en el lugar,
              uno se secó, pero el otro aún alza su
              gran copa desde una edad indefi ni-
              da. La casa, nos dijo Juan, se levan-
              taba adosada a una loma y tenía dos
              niveles; al primero de ellos se accedía
              directamente desde el camino. Al se-
              gundo había que subir, lateralmente
              por la loma, y detrás de este último,
              estaba  excavada  la cueva.  Antes  de

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