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Dibujo de Miguel Ángel Guill
llo y unas parcas vestiduras hechas con fibras Las sombras empezaron a aclararse y una gran
de aguaje. Silenciosamente se colocaron entre luz le deslumbró. Alguien dijo:
las personas del semicírculo. El oficiante, con
los ojos cerrados, comenzó a salmodiar una ex- - Parece que recobra el conocimiento.
traña melodía acompañándose con un tambor.
El sonido fue in crescendo hasta cesar brusca- Poco a poco se fueron definiendo las imágenes
mente. De las brasas retiró un cuenco que acer- de varias personas vestidas de blanco. A su
có a cada uno de los presentes. Anselmo bebió lado, muy cerca, distinguió el rostro lloroso de
un pequeño sorbo y acuciado por el brujo, tragó su mujer.
hasta casi apurar el contenido. Sus oídos zum-
baron y poco a poco, notó como su cuerpo per- - ¿Dónde estoy? ¿Qué ha pasado? - Preguntó no
día peso y se evadía del entorno, unas fuertes muy originalmente. Su mujer le contó:
náuseas le hicieron doblarse hasta tocar el suelo
con la frente. Los brazos del chamán lo incorpo- - Estás en un hospital de España. Has estado
raron y vio su cara frente a él llenando todo su muy enfermo. Tuvimos que volver de Perú en un
campo de visión. Sintió como ambas caras se avión medicalizado que nos puso la compañía
separaban del cuerpo y flotaban. Los labios del de seguros que contrataste. Has estado varios
anciano no se movieron pero percibió claramen- días delirando pero, me dicen los doctores, que
te su voz que parecía provenir de muy lejos y le lo peor ya ha pasado y te repondrás muy pronto.
interrogaba:
- Pero ¿y el brujo?
- ¿Qué vienes buscando?
- ¿A qué brujo te refieres?
También sin palabras refirió el bancario las pre-
ocupaciones que le abrumaban. Su mente pro- - El chamán de la ceremonia de la Ayahuasca
yectó las imágenes de las entrevistas en su des- -insistió.
pacho del banco los últimos días, pero, para su
sorpresa, vio que las escenas continuaban más - No llegamos a ir a ninguna ceremonia. Al ir a
allá de lo que él había vivido: vio como, el indus- la cabaña a prepararnos, te sentiste indispues-
trial arruinado,desesperado, se suicidaba de un to. La fiebre te subió mucho. A la madrugada te
disparo en su fábrica, la chica de la pequeña agravaste tanto que tuvimos que evacuarte en
empresa, perdía todo su patrimonio y caía en el lancha hasta Iquitos. Allí te vieron en un hospi-
abismo de las drogas, el muchacho emprende- tal y diagnosticaron que tenías una enfermedad
dor al que despidió sin siquiera escucharle, trató llamada dengue a causa de la picadura de un
de ayudar a sus ancianos padres quienes, de mosquito llamado Aedes que pica de día. Ade-
pena, perdieron la vida. Loco de ira, se armó de más era una variedad muy grave llamada den-
un gran cuchillo y esperó al director a la salida gue hemorrágico. Desde el mismo hospital hi-
del banco y, en el mismo portal, le apuñaló. Sin- cieron los trámites y –vía Lima- te trajimos a este
tió penetrar el cuchillo en sus entrañas y dando hospital de España.
un gran grito, perdió la consciencia.
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