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que apear en “Los Escorrales” o en Bolón. Uno por la noche, para cargarla con sacos de trigo y
de los episodios anecdóticos que más recuerda desplazarse por el monte de La Torreta, a moler
la familia Gran, fue el que ocurrió con una mujer dicho cereal al conocido molino del Barranquet,
que despistó a las autoridades al esconderse cuyo propietario era el petrerense “Tista”. A ve-
con su saco de trigo en el interior de la casa ces, en mitad del monte, solía encontrarse con
familiar y que fue vista por Joaquín. Cuando la estraperlistas que portaban pellejos de aceite,
Guardia Civil ya se había marchado, e ste fue a ya que este alimento también tenía establecido
buscarla por toda la vivienda, encontrándola al un cupo gubernamental. Recuerdan que su pro-
final totalmente asustada y escondida entre los genitor un día esperó a la salida del túnel a un
toneles de vino de la bodega. Vivencias como tren procedente de Socuéllamos (Ciudad Real),
estas nos dan una idea de lo duros que fueron en el cual viajaba un estraperlista con numero-
aquellos tiempos, donde para conseguir un sas barras de pan de kilo que fueron recogidas
poco más de comida para la familia, había que por Joaquín para trasladarlas posteriormente a
desafiar las leyes con el agravante de requisar- una vivienda particular de la Calle de San An-
te lo conseguido y además arrestarte. Nuestros tón, donde se pondrían a la venta clandestina-
protagonistas también nos hablan de otros epi- mente a 25 pesetas la pieza, (precio carísimo),
sodios clandestinos relacionados con las limita- formándose colas para su adquisición por parte
ciones gubernamentales a la alimentación fami- de los vecinos sabedores de este envío. Sin em-
liar. Recuerdan cuando su padre sacaba la mula bargo, el resto de gente que desconocía esta

Vista de la Casa Colorá, antes de su reforma

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