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cabeza de familia fue llamado a filas en 1938,   ya que la contienda civil prácticamente estaba
                          en los llamados grupos de “la Quinta del Saco”.   finalizando.
                          Estos eran los hombres de más de edad que
                          fueron movilizados por el Ejército Republicano,   En 1939 acabó la Guerra Civil y empezó la Pos-
                          llegando a abarcar hasta los que contaban con   guerra. Siguieron los tiempos de escasez y de
                          45 años de edad. Joaquín Gran tendría unos   cartillas de racionamiento lo que provocó que
                          36 años cuando se incorporó al Ejército Popu-  Joaquín modificara algunos hábitos en la siem-
                          lar. Esto ocasionó un gran problema en el ho-  bra, plantando más legumbres, como lentejas y
                          gar familiar, ya que su esposa quedó sola con   garbanzos, que trigo, ya que dicho cereal jun-
                          sus hijos en la casa, circunstancia que motivó   to al maíz y el aceite estaban racionados, y los
                          que un tío carnal de Antonia se desplazara por   agricultores debían de entregar a las autorida-
                          las noches a dormir con la familia, a fin de evi-  des la cantidad que estas le calculaban, según
                          tar robos o sustos inesperados. En un principio   los bancales sembrados.
                          Joaquín fue destinado a Alcoy para realizar el
                          periodo de instrucción. Al agricultor eldense le   La falta de alimentos para la población obligó
                          preocupaba su familia y las faenas de la finca   a buscar nuevos hábitos para la subsisten-
                          que no se realizarían, como por ejemplo la tri-  cia, como fue el denominado “estraperlo”, que
                          lla, tarea fundamental para proveer a los suyos   consistía en buscar alimentos por parte de las
                          de harina para el pan diario. En un arrebato de   gentes, para poder saciar a sus hambrientas
                          valentía, mezclado con inconsciencia por parte   familias, mermadas por los cupos alimenticios
                          de nuestro protagonista, un día cuando tocaron   establecidos por el gobierno franquista, tenien-
                          retreta se trasladó a la estación de Alcoy, para   do que desplazarse incluso por lejanos lugares
                          montarse en un tren denominado  “El Chicha-  de España, para comprar o, sobre todo, cam-
                          rra”, trasladándolo dicho convoy hasta Villena.   biar algunos artículos como jabón, hilo o zapa-
                          De aquí realizó trasbordo en un tren hasta Elda,   tos por  productos alimenticios, principalmente
                          llegando a la Casa Colorá después de media-  trigo. Debido a la cercanía de la línea férrea a
                          noche y comenzando seguidamente las labores   la Casa Colorá, la familia Gran Maestre fue tes-
                          de trillado en la era con la caballería, para volver   tigo en primera persona de algunos episodios
                          por el mismo recorrido pero a la inversa a Alcoy,   relacionados con el mencionado  “estraperlo”.
                          llegando un poco después de haber tocado dia-  Los trenes al salir del túnel de La Torreta ami-
                          na y disculpándose ante el sargento, alegando   noraban la velocidad, debido casi siempre a la
                          motivos familiares en Alcoy. Parece ser que la   complicidad  solidaria de los maquinistas.  Esta
                          falsa excusa funcionó. La cuestión se complicó   circunstancia era aprovechada por los estraper-
                          cuando el destacamento donde estaba Joaquín   listas para bajarse del convoy o tirar los sacos
                          fue enviado al Frente en la Sierra de Javalambre.   de cereal para que los recogiese algún familiar.
                          La familia en Elda temió por su vida, justo cuan-  Desgraciadamente para algunos de ellos, a ve-
                          do ya se sabía que la guerra no duraría mucho   ces las autoridades los detenían, teniendo que
                          tiempo más. Antonia acudió a Don Genaro, un   entregar la mercancía ya que el régimen dictato-
                          médico muy popular en nuestra población, para   rial estableció como delito esta práctica de sub-
                          que este le redactase una carta para enviarla a   sistencia. Con el fin de evitar la intervención de
                          los superiores de su marido, alegando que An-  la Guardia Civil, los necesitados vecinos optaron
                          tonia se encontraba gravemente enferma y que   por una contraseña que les indicara la presencia
                          estaba a punto de expirar. El doctor accedió a   o no de la Benemérita. La contraseña era una
                          la petición de la desesperada mujer, por lo que   mujer  con  una  cesta  por  las  inmediaciones:  si
                          el soldado Joaquín regresó a nuestra ciudad,   la señora estaba sentada “no había moros en la
                          encontrándose con la grata sorpresa de que su   costa”, y si andaba significaba que los guardias
                          mujer se encontraba sana. Tras este hecho el   estaban escondidos tras las viñas o algún riba-
                          cabeza de familia no se reincorporó al ejército,   zo. Si ocurría lo segundo el género se tendría








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