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alborada llón trescientas mil pesetas de 1930!
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5,5% de recargo a quien compre el
billete en la estación en vez de por
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internet...
¿Que ha pasado a nivel “oficial”?
Porque es evidente que a nivel ciuda-
dano, Elda sigue siendo un modelo
de emprendedores y trabajo bien he-
cho. Y en cuanto a actividad cultural
pública, desaparecieron los “Festi-
vales de Ópera”, pero ahí tenemos,
por dar solo una muestra, al “Teatro
Castelar” cuya buena dirección le ha
llevado a un desfile incesante de ac-
tividades, teatrales, musicales, cul-
turales de todo tipo, a disposición de
todos los eldenses.
¿Por qué ya no se publicita nues-
tra ciudad a nivel central valenciano?
Seguro que no hay una sola cau- de Antropología Social y Sociología de la centralidad comunitaria, tan
sa, pero quizás una de las principa- de la Universidad Jaime I de Cas- distinto a lo que leíamos en 1930.
les podamos sospecharla leyendo el tellón, profundiza en la “identidad Aunque esto tan solo es una opinión
libro “La identidad valenciana. La di- valenciana” llegando a la conclusión personal.
ficil construcción de una identidad co- de que no es única, sino fragmen- Los hechos están ahí. ¿Qué se
lectiva” Premio Nacional de Investi- taria, “aunque una de ellas pueda ser puede hacer para revertir la situa-
gación. Resultado de cuatro años de eventualmente hegemónica”, pudien- ción? Por parte de los ciudadanos
observación directa en todas las co- do tener una traducción política. “La es evidente: desarrollar la capacidad
marcas del “País Valenciano”. Docu- centralidad territorial es un concepto de trabajo y superación. Por parte
mentadísima obra en la que su autor, relacionado con el poder y la hegemo- oficial también hay que reconocer
Andrés Piqueras Infante, Profesor nía social...” Afirma que el mayor ni- algunos esfuerzos como los realiza-
vel de diferenciación, corresponde a
los castellanos-hablantes limítrofes,
presentando el caso de Villena como
una especie de cantonalismo redu-
cido, motivado por su tardía incor-
poración a la provincia de Alicante
(1836), y la particular historia del
Marquesado, junto con el intento
fracasado de su integración comarcal
con poblaciones de habla valencia-
na. Estos breves apuntes sacados de
su libro, no reflejan ni la extensión
ni las conclusiones finales del autor.
Pero la lectura de su obra (que reco-
miendo a los interesados en el tema),
me ha hecho sospechar, si no será la
causa de este silenciamiento el estar
alejados del centro de “valencianía,
desde que somos “Comunidad Valen-
ciana”, y el hecho de ser castellano-
hablantes, no habrá influido en ese
“olvido” de nuestra ciudad por parte
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