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HISTORIA Y PATRIMONIO


              Órdenes sobre juegos


              prohibidos en el Archivo




              Histórico Municipal de Elda



              (1771-1808)                                                       Fernando  Matallana  Hervás







                                                 “... no es otra cosa una Mesa de Juego, que un Campo de Batalla,

                                                         en que el Vencedor lleva por premio el dinero de contado,
                                                                    y la gloria, y la complacencia de quedar ayroso,
                                                                                        y superior a su Antagonista”
                                                        Pedro Miravete y Moya, Consuelo de Jugadores, 1756.



                   a política social reformista im-  Pragmática-Sanción de Carlos III, de   bano municipal, Joseph Ferrándiz y
                   pulsada por la Ilustración, bajo   6 de octubre de 1771 , publicada en   Carratalá.
                                                                      2
                   el prisma moral del buen gusto   Madrid el 10 del mismo mes y año y   Esta norma venía a poner al día
                   y el mantenimiento del orden   voceada en Elda el 22 de febrero de   anteriores interdicciones de los años
                   público, legisló sobre cuestio-  1772 por el ministro de la villa Jose-  1720, 1721, 1739, 1756, 1757, 1759
              Lnes de indumentaria (tamaño        ph Ferrer, a golpe de caja, en la plaza   y 1764 que no debieron resultar muy
              de las capas, forma de los sombreros,   y demás lugares acostumbrados “a   efi caces dado que “en la Corte, y demàs
              monteras y embozos); se dictaron    donde acudieron muchas personas” a   Pueblos  del  Reyno se han introducido,
              medidas preventivas para las repre-  escucharlo, según certifi có el escri-  y continùan varios Juegos, en que se
              sentaciones teatrales; se trató de
              erradicar la tradición de disparar fue-
              gos artifi ciales y realizar descargas
              de arcabuz y lo mismo ocurrió con la
              fi esta de los toros, los bailes lascivos,
              la embriaguez, los bullicios y tumul-
              tos populares, las peleas en tugurios,
              etc. Desde esta óptica sociocultural,
              no nos debe extrañar que uno de los
              temas preferentemente abordados
              fuera la persecución penal de los
              juegos de fortuna, envite, suerte,
              ventura y azar que comúnmente se
              conocen bajo la denominación de
              juegos prohibidos,  llamados también
              juegos fortuitos o lucrativos, un sec-
              tor que, históricamente, en España
              ha sido considerado ilícito hasta que
              se produjo la defi nitiva despenaliza-
                                              1
              ción del juego entre 1977 y 1983 .
              En esta materia resulta básica la Real

                                                                                                                          65
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