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tenían que pagar los socios de la Ciudad De- fesa y el mínimo respeto a quien ha sido, en los
portiva y hoy muchos de aquellos, son los masi- últimos sesenta años, ejemplo de entrega a la
vos usuarios del lugar y a los montañeros se nos población pues no hay sociedad en todo el Va-
ve, principalmente al amanecer o al regreso de lle más generosa que el CEE., cuyas bases se
nuestras marchas. sentaron bajo su mandato. Parque de Montaña
Daniel Esteve es su nombre, le pese a quienes
Por el lado de Petrer, se nos acusaba de haber le pese. Respetémoslo.
creado un Gibraltar intolerable y que nos había-
mos atrevido a prohibir la caza en un coto que Acabaré reproduciendo, extractado, el texto del
pertenecía a esa población, lo cual propició la artículo 33 de los estatutos del C.E.E. que dice
venganza con incendios provocados, según así: “Es espíritu de la fundación del parque de
testimonio de la Guardia Civil y ahora, más de montaña que no sea nunca enajenado o, caso de
cuarenta años después, los únicos desconten- disolución de la sociedad Centro Excursionista
tos siguen siendo los cazadores de arruís a los Eldense, que pase a formar parte de un parque
que se les tiene prohibido entrar con armas en público propiedad proindiviso de las comunida-
el Parque de Montaña Daniel Esteve y se van a des de Elda y Petrer, cuya dirección y adminis-
acometer sus cacerías al paisaje protegido que tración pueda quedar bajo la tutela de la manco-
una absurda administración no sabe proteger, munidad de los dos Ayuntamientos, creada. Igual
mientras el resto de ciudadanos sabe que allí destino tendría el refugio de San Bernardo”.
tiene un lugar que es universal; donde no ha de
pedir permiso a nadie para ir y donde las familias Epílogo Cuentamontes
pueden deambular sin temor y en total libertad.
Su participación en el grupo, data desde los co-
Parque de Montaña, para que nadie piense que mienzos, haciendo tan suya la idea de la unión
se trata simplemente de un merendero y sepa cultural de los clubs de montaña de este Valle,
que tiene que guardar un respeto a la naturale- que fue artífice importante en su consecución.
za, el mismo que todo buen montañero le pro- Fue nombrado, por unanimidad, nuestro presi-

Daniel Esteve, cruzando por tirolina de cuerda, durante el primer Campamento Local de Montaña en
su refugio de San Bernardo, en marzo de 1963. Sus inquietudes por formar montañeros completos,
eran muy evidentes

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