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que hablaban de montaña, descubriendo el lar-  gada, siendo por ello ambas compatibles, her-
                          go camino que le quedaba por recorrer al inci-  manas, pero no gemelas.
                          piente excursionismo al que acababa de entrar
                          de pleno, pues no tardó en formar parte de la   Mucho tuvo que luchar entonces para que todo
                          directiva del Centro como vicepresidente y dos   esto se entendiese, alejado de pretensiones eli-
                          años después (5-2-1961), pasaría a ocupar la   tistas y solo basado en la ciencia cierta de que,
                          presidencia de la entidad durante los próximos   la montaña, llegado el momento, pone a cada
                          veinte  años.  Fue  entonces  cuando  comenzó  a   cual en su lugar.
                          aplicar, junto a sus compañeros, todo cuanto
                          habían aprendido cual caballero andante, en los   Pronto, en el uso corriente de los montañeros del
                          libros, pero en este caso de montañas y también   Valle, el vocablo excursión fue reemplazado por
                          en interminables charlas y reuniones, muchas de   el de marcha por montaña; se incorporó también
                          ellas todavía al calor de un buen fuego de cam-  a otras actividades íntimamente relacionadas,
                          pamento, junto a su buen amigo Óscar Santos   como la orientación “por montaña” y hasta la fo-
                          González, también socio fundador del C.E.E., a   tografía “de montaña” hasta que, finalmente, se
                          quien siempre consideró Daniel el ideólogo de   acabó también con el término “acampada” que
                          la sociedad. Juntos comenzaron a trazar, con el   pasó a denominarse campamento “de montaña”.
                          apoyo de la federación de montaña, una ruta del   Con el cambio de nombres se quisieron sentar
                          cambio que debía llevar a los habitantes de este   las bases hacia un montañismo lo más completo
                          lugar desde aquel pionero excursionismo de ori-  posible, que no es otro que el equivalente del
                          gen catalán, hasta un montañismo más acorde   alpinista, ya aceptado en todo el mundo.
                          a los nuevos tiempos y equiparable al mundial-
                          mente aceptado alpinismo.                  Por ello, Daniel no cesó en su empeño de in-
                                                                     troducir las técnicas de escalada en el Centro
                          Desde  el  principio  entendió  Daniel,  cosa  que   pues, pese a haber llegado tarde a esta acti-
                          parecen no entender algunos dirigentes toda-  vidad deportiva a sus 39 años, sabía muy bien
                          vía hoy, que el excursionismo y el montañismo   que un montañero completo debe estar adies-
                          son dos actividades muy distintas pues, si bien   trado en cuantas más técnicas mejor y siempre,
                          suceden sobre un mismo territorio, es en lo filo-  como seña imprescindible de identidad, el uso
                          sófico  (raíz  de  toda  actividad  humana),  donde   de la cuerda y la escalada son fundamentales.
                          las diferencias son notorias ya que, mientras el   Así, ayudó a nacer y crecer en este Valle el con-
                          excursionismo es el vocablo equiparable al sen-  cepto deportivo y universal de un montañismo
                          derismo, al campismo y a muchas y muy diver-
                          sas acepciones relacionadas con la Naturaleza
                          (y en muchos casos también con la cultura de
                          los pueblos), el montañismo es la palabra que,
                          en el léxico español, equivale al alpinismo y esto
                          es, simplificando mucho, un excursionismo evo-
                          lucionado en diversas técnicas y en especial la
                          escalada, tanto en roca como en hielo, que per-
                          mite capacitar al individuo para cualquier ascen-
                          sión de dificultad. Pero también es mucho más;
                          es una compleja y valiente filosofía de la vida,
                          tan dura, decidida y arriesgada, que pocos lo-
                          grarán entenderla.

                          Bien sabía Daniel que el amor a la Naturaleza
                          es idéntico en ambos casos y que la conviven-
                          cia en las montañas es natural y aceptada por
                          todos, pues todo buen montañero primero ha-
                          brá sido excursionista y también, al final, ya en
                          el otoño de sus días, acabará regresando a esa
                          actividad mucho más asequible y menos arries-

                                                                     Daniel Esteve Poveda. Petrer (1919-2015)




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