Page 129 - alborandan60.indd
P. 129
MISCELÁNEA Y COSTUMBRISMO
Pregón de
Fiestas Mayores
Miércoles, 6 de septiembre de 2017
Francis Valero
eñoras y señores, autoridades
municipales y autonómicas, Ma-
yordomía de los Santos Patro-
nos, amigos, familiares y sobre
todo, queridos eldenses de na-
Scimiento y de adopción. Buenas
noches a todos y muchas gracias por
vuestra presencia hoy y aquí.
Cuando Antonio Porpetta, hace
hoy 22 años en la Plaza de Castelar,
nos anunciaba el inicio de las Fies-
tas Mayores pensé: ¡A mi padre le
gustaría hablar de su pueblo!, y hoy
ha llegado el feliz momento para mí
de anunciar a los cuatros vientos el
comienzo de las Fiestas Mayores de de vez en cuando salía “El Barrilico”, y chocolate o con pan, vino y azúcar;
Elda. Permítanme que dedique esta guardia de puerta, “Nenes, que aquí no una generación que jugaba en la ca-
exaltación de las Fiestas a mis padres, se puede jugar al fútbol…” lle sin los peligros del progreso, pero
por lo mucho que nos han enseñado a A escasos metros, íbamos a llenar también sin los grandes adelantos
sentir y amar profundamente nuestra nuestros cántaros de agua a la Plaza actuales. Que oíamos en las madru-
Elda en todas sus dimensiones. Valo- de Arriba, a una fuente de mármol gadas al sereno, paciente, rondando
res que he transmitido a mis hijos y con cuatro grifos que me hacía sentir nuestras oscuras y estrechas calles.
actualmente estoy inculcando a una perteneciente a una ciudad impor- Al amanecer el sonido de las sire-
nueva generación: la de mis nietos, tante, que Elda, mi Elda tenía, ¡nada nas de las fábricas, enclavadas dentro
Pablo, Adriana, Julia y Cristian. más y nada menos! que una fuente de del casco urbano, llamando al trabajo
Nací aquí enfrente mismo, a esca- mármol con 4 grifos a todo un pueblo, con el mismo obje-
sos diez metros de este balcón desde el Pertenezco a una generación que tivo: ¡Sacar adelante a sus familias!
que os hablo. Los primeros recuerdos empezó su vida en blanco y negro, sin ¡Cómo no te voy a querer Elda!
de infancia que guardo en mi memo- televisión, pegados a una radio con cuando he tenido la suerte de vivir
ria son, precisamente, de cuando me programas de discos dedicados en Ra- aquí mi infancia, con momentos de
asomaba al balcón y contemplaba las dio Elda y de radionovelas que atenta- ilusión como la llegada de los Reyes
obras de la primera pavimentación de mente escuchaban nuestras abuelas y Magos, después de vivir la bajada des-
esta plaza, cuando la portería de fútbol que luego, cuando nos adentramos de nuestro monte Bolón, cuando se
de los juegos de mis hermanos y mis en la juventud, nos serviría para es- dirigían a cientos de críos que estába-
primos era de esta esquina del Ayunta- cuchar Radio París o Radio Andorra. mos en esta misma plaza con la boca
miento a la puerta del estanco de Do- Una generación que fue alimentada abierta escuchando su mensaje… ¡y
rita. ¡Cuántos cristales habremos roto! con latas de leche en polvo, con pan sus regalos!
127