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alborada
de un gran eldense adoptivo como gre, con barriadas nuevas, anchas y mayores de mi pueblo, de mi Elda!
fue Gabriel Poveda. Nuestra estrecha comerciales y las primeras que cre- ¡Cómo las deseaba! ¡cómo esperába-
pero única calle de Colón, con la em- cieron alrededor de la parte antigua mos su llegada! ¡Elda transmite aro-
blemática casa donde Castelar vivió con nombres tan hermosos como ma a espliego¡
su infancia y juventud, con múltiples Prosperidad, Progreso y Fraternidad Yo las notaba casi dos meses an-
establecimientos como Berenguer, la y una residencial Ciudad Vergel, die- tes, cuando mi padre ya empezaba a
relojería Sanchiz y las pastelería de ron paso al crecimiento de nuevas, escribir sus artículos que posterior-
Peñataro, uniendo como arteria dos todas ellas para formar tu momento mente verían la luz en el extraordi-
simbólicos espacios de nuestro pue- presente, historia que no cambiaría nario de Valle de Elda o en Alborada
blo: la calle Nueva y nuestra Plaza del porque me enorgullece pertenecer a y posteriormente en la Revista de
Ayuntamiento. un pueblo generoso, a un pueblo aco- Fiestas Mayores. Ahora lo percibo
¡Cuánto recuerdo nuestro Alcázar! gedor, hospitalario que ha tenido bri- cuando mi hermano Jose Luis cuida
severamente devastado y hoy, con llantes momentos de historia. mimosamente el espliego para nues-
apenas cuatro piedras en ruina, por No pasamos ahora, precisamen- tro templo.
no saber conservarlo. Echo de menos te, por el mejor periodo de la historia Se cumplen 413 años desde que D.
algo que me aferre a tu pasado, a tu contemporánea; muchos cambios so- Antonio Coloma, eldense de crianza,
existencia, a rincones de mi querida ciales, nuevos estilos de vida y convul- conde de Elda y Virrey de Cerdeña,
ciudad. siones económicas han creado unas accedió a los deseos de dos peregrinos
¿Dónde está mi calle del Castillo? condiciones inestables, entre ellas el y transportó hasta nuestra villa dos
que me parecía larguísima y al fi nal estancamiento y la pérdida demográ- baúles con sendas imágenes. El pue-
con tramos empedrados e impreg- fi ca, pero estoy seguro que el futuro blo, con apenas dos mil trescientos
nados de historia aparecía impresio- es nuestro, de nuestros hijos y nietos. habitantes engalana las calles y sus
nante un gran arco que daba entrada Nuestra ciudad puede estar orgullosa casas para el recibimiento y posterior
a nuestro castillo, casa fuerte de los de la gran cantidad de organizaciones, aclamación como patronos.
Coloma…, donde sigilosamente un entidades y asociaciones que trabajan 44 años más tarde se pregona la
singular personaje de antaño llamado generosamente para engrandecerla, imagen de María con el título de Vir-
Carlicos “El Barrabás” pasaba plácida- teniendo como lema lo que dijo un gen de la Salud y 110 años después
mente los días de su vida, misterioso, político: “No preguntes lo que tu país de su venida proclaman la imagen del
huraño… entre cúmulos de papeles. puede hacer por ti; pregunta lo que tú Crucifi cado como Cristo del Buen Su-
Alcázar o castillo que nos servía a mi puedes hacer por tu país”. ceso.
hermano Jose Luis y a mí como es- Y por supuesto entre todas esas Fijaos si tenemos motivos sufi -
condite de los días de “güina” en clase. celebraciones he vivido ¡Nuestras cientes para celebrar nuestras Fiestas,
Pero la vida continúa, y ahora Fiestas Mayores¡ Las fi estas de nues- pensando que vamos a vivir lo que
nuestra querida Elda se nos presen- tros patronos, la Virgen de la Salud y muchos, muchísimos antepasados ya
ta como una ciudad moderna, ale- el Cristo del Buen Suceso, ¡Las fi estas vivieron y nos enseñaron el camino a
seguir. Esto hace que unamos el alma
de nuestra ciudad con nuestro pasa-
do, con nuestra historia, porque Elda
es una ciudad con alma.
Y llega la Alborada, a las 12 me-
nos cuarto del 6 de Septiembre ya
estábamos los 6 hermanos, mis pa-
dres y allegados en el pequeño balcón
aguardando a que ¡a las 12 en punto!
ni un minuto antes ni un minuto des-
pués, se encendieran las “perillicas”
del Ayuntamiento y las campanas de
nuestra Iglesia, que aguardaban en
silencio rompieran en el momento
alegre del volteo general.
Porque claro, solo se encendían
una vez al año, en las Fiestas de Sep-
tiembre. ¡Qué ilusión! A partir de ese
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