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conde poeta dedicó un emotivo soneto fúnebre.
Es muy probable que en esa sepultura hubiera
más miembros de la casa condal como Beatriz
de Corella y alguna de sus hijas. O el mismo
II conde de Elda, Antonio Coloma, que tras
fallecer en Palermo al mando de las galeras de
Sicilia dejó como voluntad testamentaría que
trasladaran sus restos mortales al convento de
Elda “para enterrarme con mis antecesores”
(V.A. 2014:41). Pero, además, muy propio de
la personalidad de Juan Coloma, este dejó en
la capilla del convento una sepultura para sus
criados. Así la capilla del convento de Elda se
convirtió en un lugar de enterramiento para la
élite social cristiana de la villa. Por eso, el 13 de
diciembre de 1598, el notario Cosme Alzamora
pidió permiso al II conde de Elda como patrón
del convento para ser sepultado en la capilla.
Detalle del escudo con las taus (símbolo fran-
ciscano) en el escudo de los Coloma
de cuerpo presente por su alma. Todos los
curas y frailes que asistan a sus exequias harían
misas rezadas. Además se oficiaría“novena” y
“cabo daño”: una misa diaria durante durante
los nueve días restantes y una al año. Todo ello
con ofrenda de pan y vino. Pero advertía que
todas estas celebraciones tendrían que hacerse
con “pompa moderada”. Junto a él yacía la
I condesa de Elda, Isabel de Saa, que falleció
en el castillo de Elda en 1583, tres años antes
que su marido. Esta había mandado en su
testamento ser enterrada exactamente igual en
forma y protocolo que su marido, incluido ser
vestida con el hábito de franciscano. Pero esta,
además, dejó mil misas rezadas de las cuales
300 de estas se darían en la iglesia del convento
de Elda “donde mi cuerpo estará sepultado”(6).
Pero no estaban solos en esa sepultura, pues
en ella también estaban los restos de su hijo
mayor, llamado también como el padre y que
había fallecido en Valencia de enfermedad en
marzo de 1581 (V.A, 2014: 40). El I conde, en
su testamento de 1580 pedía que se fundara
una capellanía para su difunto hijo Juan en la
iglesia de Santa Ana de Elda, pero mientras se
erigía y si el había muerto, debían celebrar una
misa diaria los frailes en la iglesia del convento
de Elda donde estaba sepultado su hijo. Misas Retrato del s. XVII santuario de S. Pedro
que el pagaría hasta su edificación. A este hijo el Regalado, La Aguilera, Burgos.
(Fuente: Wikipedia)
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