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Sin solución de continuidad y apenas conclui-
da la fundación del convento dedicado al mártir
San Sebastián, Juan Coloma y Cardona, señor
de Elda, Petrer y Salinas, casado en terceras
nupcias con la portuguesa Isabel Jusarte de
Melo y Saa, pidió al padre provincial la creación
de un convento en Elda. El autor de El Valdema-
ro nos lo cuenta así:

“No bien se había dado fin á esta fundacion,
quando el Sr. Juan Perez Calvillo de Coloma, á
quien el Rey Felipe II. acababa de crear Conde
de Elda, juntamente con su esposa Doña Isabel
de Saa, presentaron la misma suplica al Provin-
cial. A su vista les envió dos Religiosos, llamado
el uno Fr. Sebastian Aleman, y el otro Fr. Rafael
Escobar, ambos varones de virtud y letras; los
quales el dia 24 de Agosto de 1562 tomaron po-
sesion de un Ermita con el titulo de S. Sebastian,
erigida sobre un montecillo cercano á la Villa,
que era cabalmente el sitio que pareció á los ilus-
tres Condes mas á proposito para la fundacion.
Arreglado todo lo necesario, delineado el terre-
no, abiertas las zanjas, y junto ya un numeroso consideraban muy apropiados para la reflexión
concurso, sentó el Conde la primera piedra, y la y la vida contemplativa, pero al mismo tiempo
segunda su ilustre esposa, poniendo sobre ella dotados de tierras y surtidos de aguas de riego
una preciosa joya de diamantes. Quando estu- y de beber. Además, en los dos casos son los
vo ya del todo concluido y en disposicion de ser anfitriones quienes indican a los padres francis-
habitado, se le dio el titulo de nuestra Señora de cos el sitio donde deben radicarse; en el caso
los Ángeles á peticion de sus egregios fundado- de Elda, al Norte de la población, en el margen
res, cuya larga liberalidad no se contentó solo derecho del camino de Santa Bárbara. Sobre la
con erigir la obra á sus expensas, no con dar á ubicación del convento, diría Alexandre Labor-
los Frayles toda la asistencia necesaria durante de, a principios del s. XIX, que se encontraba
el precioso resto de su vida, sino que aun mas “situado agradablemente extra-muros” (6).
allá e la muerte quiso que se extendiese; pues
mandó en su testamento que sus herederos que- La casa contestana se creó el 5 de diciembre
dasen obligados á cuidar del sustento y vestido de 1561, o, al menos, ese día tomaron posesión
de catorce Religiosos” (5). de unos terrenos donde hubo una ermita bajo
la advocación de San Sebastián, sobre los que
Sitúa el autor de Benisa la fundación del con- construyeron su convento en el periodo de un
vento eldense justo después del contestano y año. En Elda se hicieron cargo de otra ermita de-
conviene subrayar algunas coincidencias, para- dicada también a San Sebastián (tal vez levanta-
lelismos y diferencias entre ambos centros: da durante el tiempo que los Corella, condes de
Cocentaina, ostentaron la propiedad del señorío
Mientras en Cocentaina, según las narrativas eldense en los s. XV-XVI), el 24 de agosto de
fue la villa o el conde quienes promovieron la 1562, pero no se especifica el tiempo que dura-
petición a los franciscanos para establecerse ron las obras de acondicionamiento.
en su término, en Elda fue el dueño territorial,
Juan Coloma, quien los invitó a asentarse y no La ceremonia fundacional en ambos casos es
el Ayuntamiento. muy similar: un oficio religioso celebrado con
mucha pompa y circunstancia al que acude
Ambos conventos están emplazados en mon- todo el vecindario, en el transcurso del cual, en
tículos: el primero en “una agradable colina” y el primer caso, el primogénito del conde con-
en “un montecillo cercano”, el segundo; lugares testano, Jerónimo Sebastián de Corella, pone
retirados, a las afueras de la población, que se la primera piedra y la segunda su madre quien

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