Page 102 - alborandan60.indd
P. 102

alborada
















































              Alberto Navarro Pastor en su despacho


              de calzado. Uno de los consejeros se                                    cartas al director relacionadas con
              apellidaba Cárdenas y Varela. Y ahí                                     asuntos de su país, Venezuela. Aún
              empezó mi tortuoso camino en bus-                                       así no me quedé satisfecho, sabía
              ca de la identidad de esta persona                                      que existía una información que to-
              que nadie parecía recordar, conocer                                     davía no había sido revelada. En ese
              o dar alguna pista.                                                     preciso momento fue cuando decidí
                 Lo más inmediato fue revisar el                                      acudir a Alberto Navarro en calidad
              Archivo Local y empaparme de toda                                       ya de amigo y cronista de la ciudad.
              la prensa de la etapa que comprendía                                    Sabíamos que no toda la colección
              los años de la dictablanda de Miguel                                    de IDELLA se encontraba en la bi-
              Primo de Rivera y el periodo corres-                                    blioteca. Una de sus propuestas fue
              pondiente a la II República hasta el                                    abordar el estudio minucioso de los
              término de la Guerra Civil. Sabía que                                   números que  el tenía en su biblio-
              el semanario IDELLA sería una he-                                       teca personal. Allí estuve algunas
              rramienta muy útil para situarme en                                     horas inmerso en el ya comentado
              el marco histórico en el que sucedie-                                   barrido. En la sala se respiraba un si-
              ron los hechos que estoy relatando.                                     lencio sepulcral confi ando en la bue-
              Y así lo hice, me metí entre pecho y                                    na suerte. De repente, cansado de
              espalda todos los números que había                                     pasar páginas y páginas, me percato
              en la biblioteca. Después de hacer un                                   de que en la parte superior izquier-
              barrido rayano en la digitalización                                     da hay una noticia enmarcada en un
              mental, encontré fi nalmente infor-                                      recuadro, leo, tomo aire y lo primero
              mación sobre este señor Cárdenas                                        que me provoca esa noticia es una
              Varela. Le habían publicado algunas   Jose Antonio Cárdenas con su hija Berta  fuerte  exclamación  acompañada  de

        100
   97   98   99   100   101   102   103   104   105   106   107