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Todo  volaba  rápidamente;  la  vida  volaba  y   muro y todo su ser se encontraba totalmente
                           volaban  sus  pensamientos  con  una  premura   agitado. En una fracción de tiempo microscó-
                           como  nunca  antes  había  conocido;  en  dé-  pica pasó por la vista toda su vida y sintió a la
                           cimas de segundo vio pasar por su cerebro   vez una angustia total, asombro, perplejidad
                           toda una eternidad, todas sus vivencias, toda   y miedo. Algo en él se puso en guardia, dis-
                           su existencia,  su familia,  sus amigos.  Todo   puesto a dar un salto vital y posiblemente a
                           corría alocadamente en una dimensión desco-  abandonar  aquel  cuerpo  que  había  utilizado
                           nocida hasta ese instante. Era como un vuelo   desde hacía años y estaba a punto de rom-
                           eterno y en la eternidad en un solo suspiro.   perse y ser totalmente inservible ya que se
                           Daba vértigo la velocidad de las ideas, el fre-  acercaba  una  clase  de  golpe  desconocido
                           nesí desenfrenado. Volaba el cielo, volaba el   por brutal e insoportable.
                           aire, volaba la tierra… todo volaba en una ex-
                           tensión ilimitada.                        Caía de espaldas gritando asustado y deses-
                                                                     perado; al principio fue sorpresa lo que sintió
                           Bueno, en realidad quien estaba volando era   pero rápidamente el pánico se apoderó de él
                           él y lo hacía con la presa en su mano; bloque   y le llenó el miedo, un gran miedo a lo que
                           calizo que había sido liberto de la roca a la   nunca imaginó. Su garganta reventó el silen-
                           que había estado ligado desde la noche de   cio de Cumbre Alta. Grito desgarrador. Sus
                           los tiempos hasta que él depositó en ella su   amigos, que le habían precedido en la ascen-
                           peso. Fue como una coz de  brutal sorpresa   sión se volvieron asustados. Fue todo tan rápi-
                           que la pared rocosa le dio y que lo lanzó al   do que  no le vieron volar. Ya estaba rodando
                           aire sin miramientos… y comenzó a volar.   por la fuerte pendiente. Al caer de espaldas,
                                                                     su voluminosa mochila amortiguó el golpe
                           Había salido con un grupo de amigos para   y afortunadamente el mismo fue sobre una
                           realizar una ascensión a Cumbre Alta, una   gran atocha, que lo despidió y por la fuerza
                           montaña del Valle Escondido, que tenía varias   de la gravedad, jodida gravedad, fue girando
                           rutas hasta su cima y ellos habían elegido una   y tronchando todo el matorral que encontró a
                           senda que tenía una barrera de roca a mitad   su paso, botando sobre suelo y piedras has-
                           de recorrido que obligaba a una trepada cono-  ta que se incrustó contra una carrasca, cuyas
                           cida perfectamente por haberla realizado con   ramas rasgaron la mochila, sin llegar hasta
                           anterioridad varias veces. Nada del otro mun-  el cuerpo. No llegó a encontrar en su deriva
                           do que no tuviera más que controlado y que   un árbol sobre cuyo tronco se habría partido
                           realmente era fácil para cualquier montañero   cuerpo y alma. El fuerte y seco golpe sacó
                           o escalador. Ni tan siquiera utilizaban cuerda   todo el oxígeno de sus pulmones y perdió el
                           para asegurarse; el muro apenas sobrepasa-  conocimiento. Si, solo el conocimiento y por
                           ba los cuatro metros y el paso no llegaba ni a   tan solo unos segundos. Cuando recuperó la
                           un tercer grado. La llegada de la senda has-  conciencia sintió dolor en todo el universo de
                           ta el escalón era incomoda y con una fuerte   su ser; su mente lo primero que quiso es ha-
                           desnivel. Como el recorrido era largo, habían   cer un recuento de daños: la cabeza la tengo,
                           dormido en una pequeña terraza poco más   porque puedo pensar; siento las piernas por
                           abajo del paso, al que conocían como “Paso   lo que mi cuerpo no se ha partido y las puedo
                           de los pioneros”. Pensaban hacer la ascensión   mover y los brazos, ay los brazos… el derecho
                           en dos etapas.                            no puedo moverlo, el hombro está totalmente
                                                                     dislocado. Me duele mucho al respirar; tendré
                           Y si, la realidad es que estaba volando con la   alguna costilla contusionada o rota; el  dolor
                           piedra en la mano, casi que desde lo alto del   es insoportable, mas creo que me podré rein-










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