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Construcción de la alberca en el Pocico Alonso. Fotogra-
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                                                                     ocasiones escuchamos que Elda no tiene nada
                                                                     que ver, nada interesante, no tiene montes don-
                                                                     de poder ir… ¿Seguro?
                           Sellado del Pocico Alonso y primer llenado. Fotografías
                                                         del VOAME   ¿O es más bien que lo desconocemos? Hay co-
                                                                     sas que, sin querer, se pierden, se quedan en
                          He de ser sincera. Aunque ahora ya he perdido   el olvido porque no se transmiten. Y eso nos lle-
                          la cuenta, hace un año solo había ido al Poci-  va a que perdamos lugares, tradiciones, patri-
                          co Alonso un par de veces, alguna salida con la   monio, en definitiva espacios que cuenta parte
                          bici o, tiempo atrás, con amigos cuando éramos   de la historia de nuestro pueblo. Es el caso del
                          más jóvenes a comernos el bocata allí. Alguien   Pocico Alonso y la Partida de las Cañadas, ahí
                          preguntaba: “¿Dónde vamos?” Otro: “podemos   escondidos tras Bolón, pero con muchas cosas
                          ir al Pocico Alonso”. “Pero eso ¿Dónde está?” Y   que contar.
                          alguien saltaba: “¡Yo fui una vez con mi padre,
                          sé el camino, seguidme!” Mentira. Una vez con   Para contaros parte de su historia, empezaré por
                          mi padre no es suficiente para saber el camino,   el principio. Todo comenzó hace aproximada-
                          y claro, acabábamos perdidos. Sólo llegábamos   mente un año cuando el VOAME (Voluntariado
                          después de hacer unos cuantos kilómetros más   Ambiental de Elda) del cual soy parte, decidió
                          y preguntar a algún senderista que, con suerte,   arreglar otro de los lugares tradicionales elden-
                          conocía el camino. Mientras descansábamos en   ses (habíamos iniciado nuestra andadura con
                          ese pequeño rincón, alguna vez se escuchó la   la recuperación de la senda del Pantano, del
                          pregunta: “Pero y esto, ¿De quién es? ¿Quién   cual se explican las actuaciones en el anterior
                          lo ha hecho? Pues ni idea”. Y, finalmente, volvía-  número de Alborada). Ese enclave en el que
                          mos a nuestras casas.                      pensamos fue el Pocico Alonso. Lo único que
                                                                     sabíamos de él era que había sido una pequeña
                          Aunque parezca una simple anécdota, esto si-  surgencia natural de agua al pie de un peñón,
                          gue ocurriendo. No es poca la gente que quiere   donde se excavó el pozo para recoger el cau-
                          llegar pero se pierde por el camino. O si sabe ir,   dal para uso de pastores y de ganado, datado
                          se pierde las cosas que puede ver por ese mis-  en el siglo XIX y catalogado como Bien del Pa-
                          mo camino. Eso destapa un gran problema. En   trimonio Hidráulico Eldense. El pozo se secó, y




                                                                                                    // medio ambiente   269
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