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                 Circunstancia quizás que también   Métrico Decimal. La uniformidad en   producciones murcianas de Hellín o
              habría que poner en relación con la   las medidas del ancho de sus muros   Lorca del siglo XVII, datables en este
              compartimentación del corral, ante-  ofrece una referencia válida para la   caso entre 1620-1650. Estos resulta-
              riormente aludida. Por su parte, Va-  determinación de la unidad de medi-  dos ofrecían una datación del inicio
              lle Buenestado (2011, 14) defi ne muy   da empleada. El grosor de 0,35 m con   del periodo de uso de la vivienda del
              claramente el modelo de territorio en   pequeñas oscilaciones, por debajo del   corral a lo sumo dos o tres décadas
              que mejor se prodiga esta especie:  centímetro, sugiere el uso del palmo,   posterior a la expulsión de los moris-
                                                  el cual equivale a unos 0,23 m, aun-  cos en 1609. La presencia de restos
                 … mayor grado de implantación    que también podría relacionarse con   cerámicos más modernos avalaría
                 coincide con los terrenos  serra-  el pie de 0,30 m, dimensionamiento   su continuidad durante siglos poste-
                 nos o montuosos, de bosque me-   inicial de sus muros a los que habría   riores hasta principios del siglo XX.
                 diterráneo, seco y pastos fi nos.   que añadir 0,05 m para su enfoscado.   El uso de esta tipología cerámi-
                 Por su utilidad y abundancia de   En cualquier caso, el palmo se com-  ca deja patente la presencia de una
                 aprovechamiento, la cabra  ha    padece bastante mejor que el pie o la   vivienda postmorisca, de repobla-
                 sido  considerada  como  la  vaca   vara al aplicarlo al resto de dimensio-  ción,  cuyos  moradores, sin duda,
                 del pobre. Ofrece cabritos, leche,   nes. Así, la postergación en España   estuvieron dedicados a la actividad
                 —pobre en manteca pero rica      en la implantación del Sistema Mé-  ganadera, pues la zona no ofrece
                 en caseína— piel que alimen-     trico Decimal a lo largo de casi toda   más posibilidades que esta, suple-
                 ta muchas industrias y carne     la segunda mitad del siglo XIX,  tan   mentada con cultivos de secano, los
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                 —“que harta al miserable más     solo nos indica que su construcción   cuales, ocasionalmente, disfrutaban
                 hambriento”—. El principal       fue anterior al siglo XX.           de un regadío mísero, producto del
                 problema fue el daño ocasiona-      Un segundo factor cronológico    aprovechamiento de las aguas de es-
                 do a los bosques. Se ha dicho que   que nos confi rma que dicho corral   correntía de algunas de sus ramblas
                 el fuego y la cabra han sido los   estuvo en uso, al menos en la se-  o regueros, y cuyos frutos permitían
                 azotes tradicionales de los bos-  gunda mitad del siglo XIX, procede   completar las necesidades de subsis-
                 ques en el mundo mediterráneo    del testimonio oral de nuestro buen   tencia.
                 […] Las plantas leñosas son víc-  amigo Martí Cebrián que junto al      Empero, es un tanto contradicto-
                 timas del ganado cabrío, con lo   inolvidable Rafael Hernández halla-  rio que pese a la práctica despobla-
                 que aumenta la desnudez de las   ron en el cobertizo norte, una mone-  ción del señorío de los Coloma, de
                 mesetas, cumbres y puertos….”    da de Isabel II (1833-1868); sin más   Elda, Petrel y Salinas, se produjera la
                                                  datos sobre ella, dado su estado de   construcción de este corral, tan sólo
                 En la misma línea, Ángel García   deterioro, amortizada sobre un nivel   explicable por circunstancias excep-
              Sanz (1994, 98) afi rma que aprove-  superfi cial.                        cionales que actualmente se nos es-
              cha zonas montuosas y poco aptas       No obstante, nuestra gran sor-   capan, o en su defecto, que lo fuera
              para el cultivo, marginal respecto de   presa procedió del material cerámi-  previo a la expulsión de los moris-
              la explotación agrícola, de tal modo   co que, en estado muy fragmentario,   cos, apenas unos años antes.
              que la expansión de este estrecha el   se hallaba en el entorno. En una pri-  El análisis de la estructura de la
              ámbito territorial propio del cabrío,   mera fase pericial, in situ, pudimos   instalación presenta ciertas caracte-
              siendo su gran víctima, al contrario   singularizar un grupo de cerámicas   rísticas que se compadecen bastante
              que el ganado lanar.                que podrían trascender más allá del   bien con algunas de las considera-
                                                  siglo XIX. Sin embargo, un estudio 7   ciones que en su momento recogie-
              ASPECTOS                            más detenido de ellas nos mostraba   ron Torró e Ivars (1990, 74-81) en
              CRONOLÓGICOS.                       un conjunto destinado al almacena-  diferentes publicaciones para las ca-
              LA IMPLANTACIÓN DEL                 je, transporte y servicio de líquidos,   sas hispano-musulmanas. La crujía
              CORRAL                              tinajas, cantaros, jarritas sin decora-  meridional de fachada presenta una
              Diversos son los factores a ponderar   ción junto a ollas y cazuelas vidria-  anchura en torno a los 2,70 y una
              respecto a la cuestión cronológica.   das, tinajas y orzas para alimentos   superfi cie que rondaría una cuarta
              Una primera barrera cronológica nos   sólidos, la mayoría de larga pervi-  parte de la del corral, anchos que
              la ofrece el estudio y análisis de los   vencia y que a grandes rasgos se fe-  se repiten con ligeras diferencias
              datos metrológicos. A simple vista,   chaban entre fi nales del siglo XVI y   en los cobertizos dispuestos en “L”
              las dimensiones de sus muros, es-   primera mitad del XVII. Además de   en torno a un patio o corral central,
              tancias y vanos no concuerdan con   un pequeño lote de vajillas de loza   características similares a las de las
              valores fruto del empleo del Sistema   blanca con decoración azul cobalto,   viviendas moriscas estudiadas por

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