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alborada  ya residía un familiar: Francisco To-
          rregrosa Pérez. Así a finales de 1826
          Antonia Torregrosa, viuda de Fran-
          cisco Ripoll y abuela de Castelar, na-
          tural de Villafranqueza, junto a su
          hijo Francisco Ripoll, tío de Castelar
          al que llamará cariñosamente “el tío
          Quico”, solicita al ayuntamiento de
          Elda permiso para establecerse en la
          localidad. Algo a lo que accederá el
          ayuntamiento eldense tras aportar la
          documentación pertinente. No cons-
          ta si con ellos iba o ya estaba en Elda,
          María Francisca Ripoll, tía de Emilio
          Castelar, lo cierto es que poco des-
          pués, el 7 de septiembre de 1827, se
          casó en Elda con el tortosino Máxi-
          mo del Val (Matallana, 2012, 37).
          Todos ellos, de clara ideología liberal
          se trasladaron a residir a una casa
          de la calle San Roque, esquina calle
          Colón,  estableciendo  un  comercio
          de paños y ultramarinos. Francisco
          Ripoll será conocido en la localidad
          como el alicantino y ambos varones
          tendrán un papel muy destacado en
          la Milicia Nacional de Elda. Además,
          Máximo del Val, comerciante, será
          uno de los mayores contribuyentes
          de la localidad, naciendo sus hijos
          e hijas en Elda como los relevantes
          Rafael y Antonio del Val (Navarro,
          1982, s). También desconocemos si
          Antonia Ripoll, madre de Castelar, se
          instaló en Elda o ya se había marcha-  Retrato de Concepción “Concha” Castelar Ripoll (Alicante 1818-Madrid
          do a Cádiz junto a su marido pues,   1889) (Hermana de Emilio Castelar). Óleo de Manuel Domínguez Sánchez
          como veremos, a este ya lo documen-  hacia 1875 (Museo del Prado).
          tamos en Cádiz en 1829.
            Mientras tanto Manuel Caste-      necesitaba la ayuda de los sectores   tórico en 1830 . Todo ello debió mo-
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          lar permanecía en Gibraltar, junto   liberales del país. Este rebaje de la   tivar que Antonia Ripoll abandonara
          a otros liberales exiliados, para evi-  tensión motivó que Manuel Castelar   Alicante, o Elda, entre 1826 y 1831,
          tar la dura represión de la  Década   se trasladara a residir a Cádiz. Una   junto a su hija, para reunirse con su
          Ominosa (1823-1833). Sin embargo    ciudad alejada de Alicante y, por lo   marido. Muy probablemente a la vez
          esta  bajará  de intensidad  en  1829   tanto, de posibles delatores, donde le   que su familia se instalaba en Elda.
          tras la boda de Fernando VII con    sería fácil refugiarse en Gibraltar en   Por ello, el 7 de septiembre de 1832
          María Cristina de Borbón; reina de   caso de peligro y donde podía ejercer   nace  en  Cádiz  Emilio  Castelar  Ri-
          tendencia liberal. Y sobre todo, tras   su profesión de agente comisionista   poll, en la plaza de Candelaria nº 1.
          el nacimiento en 1830 de una he-    en el puerto gaditano; de hecho, ya   Sus padrinos fueron los alicantinos
          redera, Isabel II, lo que motivó la   tempranamente, entre 1829 y 1830,   Margarita Cenón y Antonio Sereix.
          Pragmática Sanción que derogaba la   lo documentamos comerciando en     Este último era un abogado que se-
          Ley Sálica y que presagiaba las san-  el  puerto  de  Cádiz .  Ejemplo  de  su   ría secretario del Ayuntamiento de
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          grientas Guerras Carlistas, por lo   vida  normalizada  en  esa  ciudad  es   Alicante en 1835 y diputado por la
          que paradójicamente la monarquía    su subscripción al Diccionario His-  provincia  de  Alicante  en  las  cortes

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