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alborada
Saiz fue pieza básica y decisiva en
aquella histórica fusión, ya que su-
puso el relanzamiento de ese deporte
en el Centro Excursionista. Para ello,
contó con la valiosa y necesaria cola-
boración de exjugadores pizarristas
como Pepe Sarabia, Octavio Arráez,
Laureano García, etcétera. Durante
su gestión, al equipo eldense no le
faltó de nada porque Saiz se encarga-
ba de reservar los hoteles, los pasajes
de avión y los pormenores que nece-
sitaba el conjunto de Elda.
Sin embargo, en 1973 el sorteo
caprichoso para confi gurar las elimi-
natorias de la Copa del Generalísimo Saiz con Jandro Harguindey, del Atlético de Madrid (1968)
de balonmano masculino quiso que
le tocara medirse al Atlético de Ma- honor de desempeñar funciones de despachos al ser el encargado de di-
drid, entonces entrenado por Juan delegado del equipo local durante ligenciar altas y bajas de jugadores,
de Dios Román, quien luego sería el partido de ida disputado en el presentar licencias y reconocimien-
seleccionador nacional y presidente antiguo pabellón de la calle Perú tos médicos, lo que le hizo tener
de la Federación Española de Balon- (junto al antiguo Pepico Amat). cierto prestigio en los despachos
mano. Pero no resultó fácil que aquel Fue el 13 de mayo de 1973 y gana- federativos. Esa trayectoria no pasó
partido entre el Juventud Centro Ex- ron los colchoneros (10-21). Siete desapercibida para Juan José Lope-
cursionista y el Atlético de Madrid se días más tarde se celebró el choque rena Gárate, quien en 1980 acababa
jugará en Elda porque estaba recien- de vuelta en el Polideportivo Anto- de hacerse cargo de la presidencia del
te la polémica y los escándalos con nio Magariños de Madrid, donde Deportivo Eldense.
los colchoneros. volvieron a vencer los de Juan de
En ese sentido, Saiz tuvo que Dios Román (24-6). Directivo del Club Deportivo
efectuar diversas gestiones para El auge de Saiz en la sección de Eldense
que pudiera disputarse aquella balonmano le proporcionó muchos Como Saiz tenía las tardes libres,
eliminatoria. Finalmente se pudo contactos a nivel federativo y acu- aceptó colaborar con la secretaría del
jugar y Juan Antonio Saiz tuvo el muló una gran experiencia en los club presidido por Loperena, donde
permaneció hasta 1988. Infi nidad
de licencias federativas pasaron por
sus manos durante ese periodo, des-
tacando el traspaso del juvenil Juan
Garrido Canales al Real Madrid por
4 millones de las antiguas pesetas,
más un partido amistoso en Elda
contra el Castilla, fi lial madridista.
También intervino en el fi chaje
de Juande Ramos, futbolista que en
1980 llegó al Eldense desde Elche
a cambio de 300.000 pesetas. Pos-
teriormente, Juande hizo historia
preparando al Sevilla, con el que
consiguió varios títulos antes de con-
vertirse en entrenador del Real Ma-
drid y de varios equipos más. Otro
de los trabajos de Saiz en el Eldense
fue participar en una auditoría que
Saiz con el Capitán del Eldense, Antonio Cañadas tuvo que elaborar a contrarreloj el
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