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alborada Los antepasados portugueses

de Alonso Coloma

investigados por la Iglesia

sevillana

Fernando Matallana Hervás

“...in domo Alberti Cardinalis et Austriae archiducis,
qui tum Lusitaniae regnum gubernabat (...), asservabatur,
D. Alphonsus Coloma, hodie Carthaginensis episcopus,

aliique nobiles viri, principis cubicularii...”
Acta Sanctorum Octobris, tomo VII, p. 748 (1845)

l miércoles 13 de julio de 1588 las requisitorias que conviniese, para indicados por el ocupante de la plaza
celebró sesión el cabildo de la lo cual recibieron los poderes nece- y, parcialmente, en el Reino de Por-
catedral de Sevilla (1) en la sala sarios al día siguiente de parte del li- tugal, los electos argumentaron que
capitular, bajo la presidencia cenciado Íñigo de Leciñana, provisor estaban “ocupados en negocios de nues-
Edel deán, Alonso Gómez de Re- bajo el mandato del cardenal Rodrigo tra Yglesia” que les impedían llevar
venga, junta en la que, entre otros de Castro, ante el notario-secretario a cabo ese viaje, por lo que subroga-
acuerdos, se determinó que, habien- Jerónimo de Ortega. ron la ejecución de las indagaciones
do tomado posesión don Alonso Pero, a su vez, los designados Gon- a la sagacidad del clérigo Francisco
Coloma (Elda, 1555-Murcia, 1606), zález y Sarmiento podían subdelegar Lambido de Herrera, “persona para
tercer hijo de los condes de Elda, de dicho cometido “en quien quisieran en ello dip[u]tada”, en quien confiaban
la canonjía magistral de púlpito de todo o en parte”. Acogiéndose a esta fielmente para llevar a cabo todo lo
la primera iglesia de la archidiócesis posibilidad y dado que el expedien- conveniente al asunto. Ambos, a su
(por fallecimiento de Pedro Sanz Zu- te se debía realizar en los territorios vez, otorgaron poderes cumplidos
mel, asistente al Concilio de Trento),
se debía proceder a realizar sobre su
persona la habitual información de
genere o in genere (en general) (2),
conforme a los “estatutos de esta Dicha
Sancta Yglesia”. Fueron encargados de
esta misión los también canónigos
Antonio González y Pedro Sarmiento
quienes debían llevar a cabo todas las
diligencias que considerasen oportu-
nas contando con el apoyo del notario
apostólico y del escribano fedatario,
tomar juramento a las personas que
estimaran oportuno interrogar, expe-
dir mandamientos compulsorios, so-
licitar escrituras, cartas, testamentos
y otros documentos, así como enviar Catedral de Sevilla, con la Giralda.

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