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do en 1906, y Luis Moreno Sabater,   ban, les rapaban todo el pelo corporal   ñoles. En él se encontraba José Revert   8
          de 1918; ambos fueron detenidos     y les daban el uniforme de rayas azu-  Sánchez. En un primer momento, su
          en las inmediaciones de Saint-Diè   les y blancas característico del sistema   destino fue al campo de Mauthausen,
          y trasladados junto al resto de sus   de campos nazis. Como colofón final,   pero en los últimos momentos el go-
          compañeros al Stalag de Estrasburgo.   fueron dispuestos en formación en   bierno alemán decidió transportarles   1
          No pasaron mucho tiempo en estos    la plaza central del campo de concen-  a Neuengamme, Alemania, donde se
          espacios, completamente distintos a   tración, donde fueron revisados por   requería más de la mano de obra en un
          la cruda realidad que se vivía en los   el oficial encargado del campo, el cual   momento de retroceso táctico de los   0
          campos de concentración nazis. Una   les advirtió de la férrea disciplina de   ejércitos alemanes en Europa, antesala
          vez eran revisados e identificados   sus guardias, así como de que la úni-  de la derrota del Eje en 1945.
          como españoles por la Gestapo, las   ca escapatoria posible sería a través   Durante la estancia de los presos
          autoridades nazis los consideraron   de  la  chimenea  del  crematorio.  Una   en Mauthausen, o alguno de sus sub-  2
          apátridas, al no ser reconocidos por   vez terminadas las formalidades, los   campos, las condiciones de vida y tra-
          ninguna de las naciones mundiales   españoles fueron alineados en filas de   bajo fueron deplorables. El trabajo en
          como ciudadanos de pleno derecho.   tres y dirigidos a sus correspondien-  las canteras o las fábricas era el me-
          De tal forma, dichos individuos no te-  tes barracones, mientras dos presos   dio para exterminarlos, parejo a toda
          nían otro destino posible. La mayoría   comunes del campo tocaban el Adios a   una serie de torturas, humillaciones,
          fueron a parar a Mauthausen, donde   la vida de la ópera Tosca de Puccini, a   dieta escasa y condiciones de higie-
          fue recluido el 80% de los deportados   la vez que los guardias les insultaban   ne inexistentes. Estas muertes eran
          españoles, pero dos eldenses fueron a   y golpeaban con varas y garrotes. Toda   reflejadas por la burocracia del cam-
          parar a otros campos. Fue el caso de   una escenografía pensada y dispuesta   po como “causas naturales”, aunque
          José Revert Sánchez, cuyo destino   para amenazar, humillar y degradar a   buena parte eran fruto de enferme-
          fue el campo de Neuengamme, cerca   la  mínima  expresión  de  la  condición   dades o heridas sufridas por los actos
          de Munich, y de Manuel José Albert   humana  a  los deportados,  nada  me-  vejatorios de los guardias. Otro buen
          Cantó, recluido en Hinzert, cerca de   nos que un cuerpo sin alma identifica-  porcentaje se suicidaba, o les dispa-
          la frontera francesa y de Luxemburgo.  do solo por un número de placa y un   raban por intentar fugarse de aquel
            El traslado desde los stalags a los   brazalete de tipología de preso. Este   infierno. Reflejo de ello nos han que-
          distintos campos de concentración se   ritual continuó de semejante forma, e   dado enormes testimonios, como las
          efectuaba a través de trenes, cargados   incluso peor, en los siguientes convo-  fotografías realizadas por Francisco
          en vagones de ganado, llenos hasta los   yes de deportados españoles, llegan-  Boix, conocido como El Fotógrafo de
          topes, en condiciones inhumanas. El   do de manera más o menos irregular   Mauthausen, cuyas instantáneas son
          primer convoy salió el 5 de agosto de   durante los siguientes años. El último   reflejo de una crueldad y un sadismo
          1940 del stalag VII A de Moosburg en   de estos convoyes con eldenses en su   sin equivalencias prácticas. Boix y
          el que estaba Diego González Cuen-  interior salió de Compiègne el 21 de   el permisivo trato que tuvieron con
          ca, nacido en Elda en 1919, con más   mayo de 1944, con más de dos mil   él las SS demuestran la actitud co-
          de trescientos noventa republicanos   prisioneros de diecisiete nacionalida-  medida que empezaron a tener con
          españoles en su interior. El viaje duró   des  distintas,  más  de  la  mitad  espa-  los presos a partir de 1943. Viendo
          un día entero, y de lo acontecido a la
          llegada del convoy da buen testimonio
          el deportado catalán Joan de Diego,
          en cuyas memorias escribió algunos
          pasajes sobre su llegada en el mismo
          convoy que Diego González. Nada más
          bajar del tren, las SS comenzaron un
          ritual de vejaciones e insultos desde la
          primera toma de datos. Fueron despo-
          jados de cualquier posesión material                                                                           HISTORIA Y PATRIMONIO
          que pudieran tener y de sus ropajes.
          En la más absoluta desnudez, privados
          de cualquier recuerdo físico de su vida
          pasada, Joan de Diego nos narra las   Puertas de acceso al campo de concentración de Mauthausen, hoy en
          vejaciones e insultos a los que fueron   día, un centro de interpretación del Holocausto.
          sometidos  mientras  los desparasita-  Fuente: Mauthausen-memorial.org.

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