Page 17 - alborada59
P. 17
En el texto que acompaña a las ilustraciones,
Eloy Catalán escribe en verso:
“Este dichoso Pepito
que nació y aun vive en Elda,
que se crió entre camiones
y ya monta en bicicleta
es un muchacho tan listo
que con sus diez primaveras
ya discurre como un hombre,
escribe, lee y hasta piensa.
Por la mañana temprano
cuando se marcha hacia la escuela,
bajo del brazo los libros,
dos T.B.O.y una aritmética,
va a besar a su mamá
y del papá se recuerda
¿Por qué no viene?- pregunta-
si ya terminó la guerra?
La madre seca sus lágrimas
y mientras al hijo besa,
al pensar en el ausente
suspira...mas no contesta.
Y así se pasan los días, Fotografía de estudio de José María Sánchez Pérez.
pasan semanas enteras, Pérez Malo la utilizó para la portada del cuento.
mientras el padre encerrado
en su hermoso hijito piensa. la maldad en los cuentos infantiles, tiene como
¡Sé feliz, hijito mío! antagonistas a tres rollizos cerditos, a cuya casa
¡estudia, vive y ensueña! logra Pepito llegar, una casa bonita, pequeña,
Mira este sueño ¡Qué hermoso!” pero de ladrillo -no de las que puede el lobo ha-
cer volar soplando, como la primera casa en el
Y aunque en estas primeras líneas el autor nos cuento de Los tres cerditos- y cuyos habitantes
da a entender que el hijo no sabe los motivos de simbolizan, no solo el bienestar sino también la
la ausencia de su padre, una vez que ha finaliza- evolución y el progreso del ser humano desde
do la guerra -la madre suspira pero no contesta la niñez hasta la edad adulta. Estos tres cerditos
a sus preguntas- se trata de un cuento escrito han alcanzado ya la madurez, viven en su casa
para el niño en donde se dice “el padre encerra- de ladrillo y pueden disfrutar de la música y el
do”, con lo cual imaginamos que no era un se- baile. Son ellos los que “le cogieron de la mano”
creto para Pepito donde estaba su padre, sino y “por un camino blanco le llevaron a su casa”.
no más bien la manera de tamizar literariamente
una historia amarga. Al igual que en los cuentos infantiles tradiciona-
les en este también hallamos una moraleja, que
A partir de aquí la narración se convierte ple- el autor sin ambages expone:
namente en un cuento infantil, donde el prota-
gonista, en lugar de marchar hacia la escuela, El niño obediente y bueno
como es su obligación, se encamina por los estudioso y aplicado,
campos, con su coche de pedales, valiente, con que quiere y ama a sus padres
su escopeta de feria al hombro, hasta que llega sin falsedad y sin engaño,
la noche y entonces aparece el temido lobo dis- siempre encuentra en el peligro
puesto a comérselo: “ve que va a ser el castigo, quien le salve y dé la mano
por no acudir a la escuela”. El lobo, símbolo de aunque le persiga el lobo
// imágenes con historia 17