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riódicos de la época, tales como Juventud o Ide- Elzie Crisler Segar cuya primera aparición se fe-
lla, siendo uno de los ganadores de la “Fiesta de cha en 1929 en la tira cómica Timble Theatre de
la Poesía” que se celebró el 10 de septiembre The New York Evening Journal, del que aparece
de 1930, y del certamen “Homenaje a Castelar”, una reproducción en la primera página, sin co-
celebrado en 1932, con motivo de la inaugura- nexión alguna con la historia que se va a contar
ción del monumento y del que fue mantenedor a continuación, seguramente por ser los perso-
el insigne Miguel de Unamuno. najes preferidos de los niños de aquellos años, y
ante la imposibilidad, más que evidente, de que
Eloy Catalán, en los textos, y Pérez Malo con sus Salud pudiera adquirir un TBO o un cómic de
dibujos son los autores del cuento titulado Las Tintín para su hijo.
aventuras de Pepito, cuento que, como decía-
mos anteriormente, es el regalo que Miguel envía No obstante, las dotes artísticas de este dibu-
a su hijo en su décimo primer cumpleaños. Los jante son más que evidentes ya en la portada
referentes gráficos de Pérez Malo, dibujante del del cuento, donde lleva a cabo una reproduc-
que no hemos podido obtener más información, ción de una fotografía de Pepito en la empresa
son Tintín, del francés Georges Remi (Hergé), de camiones de su padre que, seguramente,
característico del estilo gráfico conocido como éste tendría entre los objetos personales que le
“linea clara”, publicado por primera vez en 1930 permitían en la cárcel, y en la que aparece el
en Le Petit Vingtième, suplemento del diario bel- protagonista rodeado de utensilios para la repa-
ga de orietación católica Le Vingtième Siecle, o ración de vehículos, junto a un coche apto para
Popeye, personaje de tiras cómicas creado por su tamaño que, en realidad, tenía como juguete.

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